Lo que jamás pude remediar
Hace 5 años atrás, me encontraba haciendo las pruebas de Gennin, en la aldea, junto a mi compañero de la niñez Iko, nosotros nos encotrabamos cerca de la zona de pruebas, junto a los muñecos de entrenamiento.
Era la ultima prueba, había que luchar contra algún otro ninja a Kunais, el que ganara pasaba la prueba, para mi desgracia en los sorteos me toco contra nada más ni nada menos que, Iko, mi amigo de infancia. Estuve muy nervioso ese día, a tal punto de no hacer la prueba para no hacerle daño a mi amigo, pero el deber tenia que hacerse, mis padres estaban muy entusiasmados con la prueba y no los quería decepcionar. La batalla estaba a punto de comenzar y me encaminé hacia el campo de batallas en donde al llegar, estaba Iko esperándome con una mirada un tanto asustadiza (Se notaba que el tampoco quería luchar conmigo). Me alarmé mucho, casi no pude respirar cuando escuche la pistola de comienzo dispararse en el aire.
No sabia que hacer, mi amigo Iko y yo estábamos muy quietos, como unas estatuas y todo el público comenzaba a extrañarse de como no nos atacábamos. El tiempo se estaba acabando y alguno de los dos tenía que dar un movimiento si no le causaría la des calificación y por ende, la prueba fallida de Gennin. Pasaron unos momentos y le susurré a Iko desde lo lejos que intentáramos hacerlo lo mejor posible, el me asintió con la cabeza, dándome cuenta que el también estaba preocupado por la prueba. Sin más preámbulo Iko y yo comenzamos a movernos, comenzando por movimientos suaves por el campo y luego acercándonos un poco para ir dándonos golpes leves, el público aun seguía extrañado o aburrido, no pude percatarme de eso ya que, la adrenalina en mi cuerpo estaba hasta el tope.
Sin más comenzamos a darnos un par de patadas y golpes hasta el momento que comenzamos a usar Kunais, cosa que no me parecía del todo correcta ya que, estaba muy tembloroso y asustado podía fallar el kunai y quedar en ridículo. Iko comenzó con su primer kunai, rasgandome un poco la parte inferior de mi brazo pero, sin causarme daño. Yo no me decante por el kunai si no hasta tal punto de que mis piernas no se pudiesen mover bien por el cansancio y así fue, después de terminar con los puños y patadas comencé con los kunais, Iko no los acertaba mucho puesto que, aun no era un ninja muy bueno que digamos y la mayoría los fallaba, yo por mi parte le acerté uno en la pierna, haciendo que se le corte un trozo de su bolsillo derecho.
La batalla parecía no tener fin, estábamos muy cansados y el público muy aburrido, no sabíamos que más hacer para no hacernos daño pero, ahí ocurrió todo. Tire un kunai demasiado potente que, al lanzarse sobre Iko, incrustó toda su parte abdominal dejándolo en el suelo, sin poder moverse. Yo estaba demasiado impactado por lo que paso, así que me diriji corriendo hacia el para intentar ayudarle en algo. Por desgracia nadie podía venir a ayudarlo puesto que, todos eran ninjas especializados en elementos, para ser más exactos, nadie podía venir a socorrerlo por que no tenían ni idea de la Medicina Ninja, cosa que me molestó demasiado por esa falta de profesionalidad pero, lo que me importaba ahora era Iko. No podíamos sacarle el kunai del abdomen puesto que, si no se trataba con cuidado, podría desgarrarle algún vaso sanguíneo de su zona abdominal y terminarlo por completo. Iko simplemente no podía hacer nada, su cuerpo quedo paralizado y se iba desangrando lentamente. Sin poder hacer nada y viendo como estaba todo, comencé a llorar, no podía contenerme, era algo que simplemente salia de mi. Iko no podía resistir más y lo único que dijo al morir fue; ''Se que no lo hiciste a propósito, por favor, no me olvides.'', al decir esto le salio una pequeña sonrisa de su boca y de su ojo salió una lagrima que se dirigió a mi mano.
Estaba demasiado mal por lo que paso y aun más, por el simple hecho de no poder hacer nada. El recuerdo de Iko quedará en mi y por eso, me dedicaré al Iryoninjutsu, para poder hacer lo que, jamas hice por mi amigo.